Puedes deducir millaje si trabajas por cuenta propia o eres dueño/a de tu propio negocio. Puedes elegir entre la tasa estándar por milla o el método de costos reales, en el que realizas el seguimiento de lo que gastaste en gasolina y mantenimiento.
Para usar la tasa estándar por milla, tienes que llevar un registro de cada viaje, indicando las millas que condujiste durante el primer año de uso del vehículo para fines comerciales. Después de eso, puedes seguir con el millaje estándar o el costo real (salvo que alquiles, en cuyo caso debes usar el millaje estándar durante el tiempo del alquiler). Sin embargo, si usas el método de costo real el primer año que el vehículo se usa para fines comerciales, siempre debes usar el método de costo real.
Si usas la tarifa estándar por milla, debes llevar un registro que muestre la fecha, el propósito comercial de cada viaje y las millas recorridas. La tarifa estándar por milla incluye descuentos por combustible, seguro, mantenimiento, reparaciones y desgaste. Los únicos gastos adicionales del vehículo que puedes deducir además de la tarifa estándar por milla son las tasas de estacionamiento y los peajes de las carreteras.
Los contribuyentes también pueden reclamar millaje para fines médicos o de caridad, y los militares en servicio activo, por mudarse a raíz de un cambio permanente de estación (PCS, por sus siglas en inglés) bajo órdenes militares.
Los empleados ya no pueden deducir millas relacionadas con el trabajo para los años tributarios 2018 a 2025 debido a la Ley de Empleos y Reducción de Impuestos (TCJA, por sus siglas en inglés), que el Congreso aprobó el 22 de diciembre de 2017. Antes de que se modificara la ley tributaria, los empleados podían deducir las millas recorridas al trasladarse entre un lugar de trabajo y otro durante el mismo día, y por los traslados a ubicaciones de trabajo temporales y a reuniones comerciales fuera del lugar.
