Si bien se deben reportar todos los ingresos, la única deducción que puede reclamar un negocio relacionado con la marihuana es el costo directo de las mercancías vendidas. Solo puedes deducir el costo de crear un producto vendible, por ejemplo, las semillas o plantas directamente relacionadas con la producción de cannabis, y la mano de obra y los materiales necesarios para cosechar y empaquetar tu producto para la venta. No puedes deducir los gastos relacionados con la venta del producto empaquetado. Consulta la página web de la industria de la marihuana y las preguntas frecuentes del IRS (Servicio de Impuestos Internos), ya que es un tema complejo.
Aunque la marihuana (cannabis) sea legal en muchos estados, aún está clasificada a nivel federal como sustancia controlada de la Lista I, y el Gobierno federal actualmente considera que su venta es una actividad ilegal. Como tal, los negocios relacionados con la marihuana están restringidos de acuerdo con la sección 280E del Código de Impuestos Internos (IRC, por sus siglas en inglés) del código tributario federal. Según estas restricciones, incluso si un dispensario u otro negocio de marihuana tiene una licencia estatal, no es elegible para ninguna deducción comercial, excepto por el costo de las mercancías vendidas.
