Aunque no tengas la obligación de presentar una declaración de impuestos, estas son las razones por las que querrías hacerlo de todos modos:
- Para que te devuelvan las retenciones de impuestos.
- Para obtener créditos reembolsables para los que califiques, como el Crédito por Ingreso del Trabajo, el Crédito Tributario por Hijos o el Crédito de la Oportunidad Americana.
De lo contrario, si no tienes ninguna retención ni calificas para ningún crédito reembolsable, no presentes ninguna declaración. No es necesario que le demuestres al Gobierno que no tienes ingresos tributables (ya lo saben).
No podrás realizar la presentación electrónica y, si imprimes una declaración y la envías por correo postal, generarás trabajo innecesario.