A diferencia del método de contabilidad en base al efectivo, que reporta los ingresos cuando se recibe el pago, el método por acumulación los reporta cuando los ingresos son ganados, independientemente de cuándo se cobren.
Por ejemplo, si instalaste azulejos para un cliente en diciembre de 2023 y te pagaron en enero de 2024, reportarías esos ingresos en 2023 en el método por acumulación, porque es cuando hiciste el trabajo. En cambio, si usaras el método en efectivo, reportarías los ingresos en 2024, porque en ese año te pagaron.
Lo mismo sucede con los gastos. Con el método por acumulación, los gastos se deducen en el momento en que recibiste los bienes o servicios, no cuando los pagaste. Por lo tanto, si compraste los azulejos a crédito en 2023 pero no pagaste la factura hasta 2024, deducirías el costo de los azulejos en 2023, el año en que los recibiste.
Por lo general, las empresas más grandes usan el método por acumulación, mientras que los negocios familiares más pequeños usan el método en efectivo. Si tu negocio tiene inventario y ganó más de $26 millones en ingresos brutos en el período anterior de tres años, por lo general, usarás el método por acumulación para las ventas y los costos relacionados. Sin embargo, para la mayoría de los negocios pequeños, el método en efectivo es más sencillo y tiene más sentido.
Un negocio puede usar el método por acumulación para fines de contabilidad y el método en base al efectivo para fines tributarios, pero esto no es común.
Si quieres cambiar el método de contabilidad para fines tributarios, presenta el Formulario 3115, Solicitud de cambio de método de contabilidad, del IRS (Servicio de Impuestos Internos) (se incluye en TurboTax Business).
